Hace tiempo que no actualizo, pensaba explicaros los motivos, pero es demasiado largo de contar. En resúmen: no paso por mi mejor momento. La inspiración no me acompaña tampoco y principalmente tengo poco que contar. En este blog además, los protagonistas son los niños y así va a seguir siendo, porque ellos hacen que en más de una entrada seamos capaces de robaros alguna que otra sonrisa.
He oído a más de una persona decir que este año será el "año 10"... ojalá hubieran tenido razón, pero se equivocaron. Es imposible que el 2010 sea perfecto después de lo ocurrido en Haití.
Me afecta especialmente todo esto, porque he tenido la suerte de trabajar con un peque adoptado hace solo unos meses. Su vida en aquel país fue una pesadilla, durante más de siete años vivió en la calle, y a pesar de que sus padres adoptivos recibían desde hacía años cartas escritas "por él mismo", mi pequeño pitufo no sabía ni coger un lápiz, básicamente porque no había visto uno en su vida, en su vida en la calle.
Pero su suerte cambió, y aterrizó en Valencia en abril. La adaptación no fue nada fácil, pero a día de hoy es uno más en el cole, bueno uno más no: es el rey del cole, todos le conocen, todos le saludan cada vez que se lo cruzan, todos lo adoran, y no me extraña porque la sonrisa con la que acompaña cada "hola" hace que ese saludo sea de sobra recompensado.
Estos días pienso mucho en él, en lo que hubiera sido de mi peque si esa adopción hubiera tardado solo un año más.
Se me pone la piel de gallina... Sonrio porque por suerte está aquí y más feliz que nadie, valorando cada pequeña cosa como ninguno de nosotros sabemos hacer.
Pero mi sonrisa desaparece cuando pienso en sus amigos de Haití, ¿será Redjeson (el niño de la foto) uno de ellos? él ha tenido también suerte, pero ¿cuantos niños habrán mu
erto en esta tragedia? ¿Cómo es posible que se les complique aún más la existencia a pequeños cuya única misión es sobrevivir cada día?
No soy partidaria de intentar convencer a la gente para que sea solidaria. Creo que todos sabemos la miseria que hay en el mundo, y cada uno es libre de ayudar o de hacer oídos sordos. Pero hoy siento la necesidad de pediros ayuda para esta gente. Tenemos que ayudar hoy, porque dentro de un par de semanas Haití ya no saldrá en la tele; no lo hará hasta el 31 de diciembre cuando los resúmenes de los acontecimientos más importantes del año empiecen con imágenes de esta tragedia.
Sé que muchos no pasan por su mejor situación económica en nuestro país, pero quizá desgracias como éstas nos ayuden a relativizar. Todos podemos dar algo, por poco que sea, y dad por seguro que para ellos será mucho.
Si Redjeson es capaz de SONREIR después de estar dos días bajo tierra junto a su abuelo muerto, ¿no podemos nosotros ser capaces de enviarles algo de dinero para que pueda seguir sonriendo? ¿Cómo nos sentiríamos si este niño que es la cara alegre en la tragedia, muere dentro de pocos días por no tener nada con lo que alimentarse? Prefiero no pensarlo...
Hay una cosa clara: el 2010 ya no será un año 10...
Espero recuperar pronto el tono alegre e inocente que caracteriza el blog de mis pitufos, pero nisiquiera los niños se libran de tragedias como esta.
